Desde 2017 han visitado hospitales en Taltal Cañete, Puerto Aysén y Magallanes, para reducir las listas de espera en cirugías, exámenes, procedimientos y consultas médicas especializadas.
Tras un receso obligado por la pandemia, la Brigada Médica Solidaria formada por exalumnos de Medicina de la generación 1986 volvió a reunirse para desarrollar un operativo en una zona apartada del país, contribuyendo a reducir sus listas de espera para consultas de especialistas, procedimientos y cirugías.
En abril de 2020 tenían todo planificado para realizar su intervención en el Hospital de Puerto Aysén, iniciativa que tuvo que suspenderse por el comienzo de la crisis sanitaria. Por eso no es de extrañar que cuando las condiciones lo permitieron, este 2022, ese haya sido el destino escogido.
El 29 y 30 de abril pudieron concretar el anhelado operativo. “Nos recibieron muy bien, está la infraestructura, son hospitales nuevos, con implementación completa para operar, con ecografías, con endoscopía, que hay que ir a ocuparlos”, comenta uno de los participantes, el Dr. Nelson Cánovas Vera, Cirujano-Coloproctólogo del Hospital Las Higueras de Talcahuano y profesor asistente de departamento de Cirugía de la UdeC.
El equipo estuvo formado además por la Dra. Maria Antonieta Puga Naour, Anestesióloga del Hospital Clínico Regional de Concepción y Docente UdeC; el Dr. Juan Carlos Rozas Aravena, Gineco-Obstetra del Hospital Las Higueras de Talcahuano; el Dr. Miroslav Vulinovic Fasciani, Gineco-Obstetra del Hospital Naval de Talcahuano; y el Dr. Ricardo Schade Yancovic, oftalmólogo del Hospital Clínico Regional de Concepción y del Hospital San Juan de Dios, en Santiago.
Durante la visita se realizaron intervenciones a seis pacientes con cataratas, ocho esterilizaciones tubáricas por video laparoscopía, tres cirugías a hernias inguinales, dos colecistectomías video laparoscópica, 69 ecotomografías ginecológicas y 13 anestesias.
“Para nosotros es un tremendo aporte, porque si bien es cierto tenemos algunas de las especialidades que ellos vienen a operar, nosotros dejamos los casos más complejos para que los médicos más experimentados, que tienen muchos años de trabajo, nos puedan ayudar con esas cirugías”, expresó el director del Hospital de Puerto Aysén, Claudio Arriagada Momberg.
El delegado presidencial provincial de Aysén, Jorge Salfate Aguayo agregó que “estamos muy agradecidos con la brigada del año 86 de la U. de Conce, con el doctor Cánovas y todo el equipo que nos viene a apoyar con las listas de espera, que son tan sensibles para la región”.
Historia de la Brigada
El doctor Cánovas recuerda los orígenes de la brigada. “Esto nace a raíz de que nos juntamos a los 30 años de egresados. Llegamos a Chillán donde estuvimos un fin de semana entero y uno de nuestros compañeros, José Venegas, empezó a preguntar si habría algún interés de hacer algo distinto, aparte de juntarnos a celebrar, y poder ayudar. Poder, de alguna forma, reintegrar todo lo que nos ha entregado la Universidad, los hospitales y entregar lo que nosotros sabemos hacer ya con los años de experiencia que tenemos, en ciudades que nos necesiten. Ahí empezaron a aparecer voluntarios, hasta que al final armamos nuestro primer operativo que fue en Taltal el año 2017”.
Comenta que “siempre los operativos son en relación a un compañero y colega que está en algún lugar y que coordina los pacientes, los hospitales, los insumos, las ciugías. José Venegas, por ejemplo, estaba en Antofagasta, a unos 200 kilómetros de Taltal”.
En ese primer operativo participaron 9 médicos y para cada operativo el equipo se va conformando de acuerdo a las necesidades de especialistas del hospital que visitan. Hasta la fecha han participado unos 25 médicos en 7 operativos: Taltal (abril de 2017), Cañete (octubre de 2017, septiembre 2018 y octubre 2019), Puerto Aysén (abril de 2018 y abril de 2022) y Magallanes (Abril de 2019).
En cada operativo el proceso parte definiendo el lugar y contactando él o los hospitales para que estos entreguen las listas de espera e indiquen cuales son las necesidades más urgentes. Luego se escribe en el chat de la generación para ver quienes estarían dispuestos a viajar y ayudar, y se pone una fecha, para revisar agendas, comprar los pasajes y gestionar los permisos.
“Como atendemos pacientes del servicio público, los insumos los aporta el hospital, no necesitamos llevar cosas externas, aunque en algunas ocasiones algún colega lleva un equipo personal. Vamos a hospitales que tienen pabellón, la infraestructura y la seguridad para hacer los procedimientos”, señala el Dr. Cánovas.
Las intervenciones siempre duran 2 días, viernes y sábado. Son los propios médicos quienes compran sus pasajes y financian su alojamiento. “Nos vamos a hoteles sencillos, cabañas o casas de colegas. Se han ido formando amistades que antes no existían, nos hemos ido conociendo de una manera distinta y hoy nos encontramos con amigos…y felices por la recepción que hemos tenido en la gente, creemos que lo que estamos haciendo en ese momento para esa gente es importante. A lo mejor en números no es tanto, pero para esa persona que estaba esperando una atención es significativo y nosotros felices”, destaca.
La doctora maría Antonieta Puga agrega que “la logística no es fácil, porque estamos todos distantes, pero la verdad es que el corazón es tan grande y es tanta la felicidad que tu adquieres en estos días de operativo, que no te lo quieres perder. Yo siempre digo que prefiero gastar dinero en ir a un operativo que en ir una semana a Cancún, porque a mí me retribuye mucha más felicidad”.
El Dr. Cánovas hace un llamado a otras generaciones de médicos UdeC. Comenta que otros colegas se han ofrecido a integrarse a la brigada, pero que ellos prefieren que se organicen por generaciones para así ampliar la cobertura a otras zonas del país y atender a más pacientes. “Somos todos de la misma generación, porque lo que nosotros queremos es que otras generaciones de médicos hagan sus propios grupos. Si necesitan asesoramiento nosotros los podemos ayudar”, asegura.
Por su parte, la doctora Puga amplía esta invitación a profesionales de otras áreas. “Si llenáramos Chile con brigadas de todas las carreras, de todas las universidades, solucionaríamos tantos problemas. Quiero hacer un llamado a todos los profesionales a que se junten con sus compañeros y vayan a ayudar. Ayudar con los compañeros de generación tiene la magia de volver a vivir la universidad, esa etapa tan bonita de nuestras vidas”, reflexiona.
